viernes, 18 de febrero de 2011

El Triptófano es esencial para que el cerebro produzca Serotonina

Da sonrisa
El triptófano es esencial para que el cerebro produzca Serotonina un neurotransmisor cerebral.
  • Como aminoácido esencial ayuda a que el organismo elabore sus propias proteínas.
  • Como inductor del sueño ya que la Serotonina es precursora de la hormona Melatonina que regula el ciclo diario de vigilia-sueño.
  • En algunos casos puede observarse un efecto antidepresivo debido a que aumenta el nivel de Serotonina en el cerebro.
  • El triptófano podría ser útil en problemas de obesidad o sobrepeso donde el componente ansioso sea importante (problemas de Bulimia). El Triptófano favorece la producción de Serotonina y este neurotransmisor influye en la ansiedad por la comida, su uso es interesante en personas con problemas de control del apetito al realizar dietas.
  • Actua sobre el estrés y puede ayudar a controlar los niveles de insulina, este hormona se ve afectar por el estado de nuestro sistema nervioso, de interés en personas con problemas de control de la glucemia.
  • Ayuda a la formación de vitamina B3 o Niacina. Por cada 60 miligramos de triptófano que obtenemos de nuestra dieta nuestro cuerpo elabora 1 mg. de Niacina.
  • Es muy importante tomarlo media hora antes o fuera de las comidas porque si no actuará como un simple aminoácido.
  • El triptófano no debe utilizarse cuando se toman medicamentos antidepresivos o tranquilizantes sin consultarlo con el médico o especialista, ya que podría interferir en los resultados.
  • El L-5-Hidroxitriptofano (5-HTP) es la forma de Triptófano más eficaz.
FUENTES DE TRIPTOFANO

El metabolismo del triptófano requiere de una cantidad adecuada de vitamina B6 y magnesio para hacer su función de forma adecuada. La vitamina B6 está involucrada en la conversión de triptófano en serotonina.

El triptófano es el aminoácido esencial menos abundante en los alimentos.

Alimentos especialmente ricos en triptófano, y que podrían aumentar los niveles de serotonina:

  • Pavo, pollo, jamón, leche, queso, pescado, huevos, tofu, soja, semillas de sésamo y de calabaza, nueces, cacahuetes y mantequilla de cacahuete, anchoas saladas, plátano, piña, aguacate, quesos suizos, parmesanos, almendras y en los cereales integrales.

Sin embargo, para sintetizar serotonina, el cuerpo necesita además de triptófano, ácidos grasos omega 3, magnesio y zinc y vitamina B6.

Alimentos ricos en magnesio

  • plátanos, nueces, germen de trigo, semillas de girasol, almendras, avellanas, caracoles, germen de trigo, maíz, soja, cacahuete, garbanzos, judías blancas, pistacho, trigo integral, cacao, calamares, piñones, chocolate, arroz integral, pan integral, avena, espinacas, lechuga, borraja, espárrago, berros, pepino, guisantes, rábano, ciruela, melón, apio, endivias, uva, albaricoques, frambuesas, peras, piña, naranja, dátiles, castañas, papaya y melocotón, entre otros

Alimentos ricos en zinc:

  • Ostras, germen de trigo, hígado de cerdo, yema de huevo, centollo, caracoles, trigo, judías blancas, queso de bola, emmental, gruyere, parmesano, cangrejo, nécora, gamba, lentejas, soja, sardinas, apio, espárragos, borraja, higo, berenjena, patata, melocotón.

Alimentos ricos en Vitamina B6:

  • Sardinas, salmón, nueces, lentejas, lenguado, garbanzos, judía blanca, atún, aguacate, maíz, jamón cocido castañas, puerros, judía verde, patata, pistacho, ciruela seca, arroz, trigo, avena, soja, guisantes, setas, nueces, germen de trigo, levadura de cerveza.

Alimentos ricos en omega 3:

  • Arenque, salmón, caballa, sardina, trucha, bonito, atún, anchoa, jurel anguila, lubina, halibut, nueces, soja, semillas de lino y de calabaza. Los alimentos vegetales contienen ácido omega-3 llamado ácido alfa-linolénico (ALA). Este tipo de ácido debe convertirse en EPA o DHA por el organismo para su aprovechamiento. En esta transformación el organismo solo convierte un 10 % de ALA en EPA o DHA. Entre otros son: verdolaga, coles, piña, almendras, espinacas, fresas, pepino, coliflor, brócoli, Una de las fuentes vegetales con mayor proporción de Omega 3 (48%) se encuentra en el Sacha Inchi, una variedad de cacahuete de origen amazónico que se encuentra principalmente en el Perú.

Usos habituales del Triptófano

Efecto analgésico este aminoácido empieza a ser utilizado para el dolor. El tipo de dolor que puede mejorar es el dolor de cabeza, de tipo dental, debido a que el triptófano y la serotonina son necesarios para el buen funcionamiento del núcleo de rafe

  • Para mejorar la calidad y la conciliación de del sueño puede ayudar la toma de 1 gramo de triptófano.
  • La depresión. El triptófano es efectivo en la depresión debida a un déficit de serotonina.
  • Para el tratamiento de la manía, hay autores que consideran que el triptófano es tan efectivo como el litio.
  • El triptófano puede estimular la aldosterona, la renina y el cortisol. Los pacientes que presentan uremia e hipertensión se pueden beneficiar de los complementos de triptófano.
  • La administración de triptófano se ha asociado con una disminución del apetito en pacientes deprimidos. El triptófano pueden inhibir la gluconeogénesis, elevar la glucemia, aumentar el aporte de glucosa al cerebro y disminuir el apetito. Puede ser útil en problemas de hipoglucemia
  • Interesante en la Depresión en mujeres con trastornos hormonales Los estrógenos aumentan la conversión de triptófano a niacina, mientras que la disminuyen la hidrocortisona y la progesterona . Las mujeres en el periodo de post-parto tienen altos los niveles en sangre de triptófano. Por el contrario las mujeres post-menopáusicas que toman estrógenos pueden tener tendencia a deprimirse debido a que los niveles de triptófano en sangre son bajos.
  • El triptófano ha demostrado efectos positivos sobre la viabilidad espermática humana.
  • Interviene en el sistema inmunitario, sus metabolitos influyen en la activación y supresión del sistema inmunitario

La Serotonina (5-hidroxitriptamina, o 5-HT), es una monoamina neurotransmisora sintetizada en las neuronas serotoninérgicas en el Sistema Nervioso Central (SNC) y las (células de Kulchitsky) en el tracto gastrointestinal de los animales y del ser humano.

Acciones de la serotonina

En el sistema nervioso central, se cree que la serotonina representa un papel importante como neurotransmisor, en la inhibición de la rabia, la agresión, la temperatura corporal, el humor, el sueño, el dolor, la sexualidad, y el apetito.

La serotonina se encuentra ampliamente en el tracto gastrointestinal (cerca del 90%),[ ]y el principal almacén son las plaquetas de la circulación sanguínea.

Síntesis de la serotonina

El triptófano es el precursor de la serotonina, uno de los neurotransmisores más importantes de nuestro sistema nervioso. El triptófano es hidroxilado, y de esta reacción resulta el 5-hidroxitriptófano que precede a la formación de serotonina y de 5-hidroxitriptamina.

Varios estudios han demostrado que la concentración de serotonina en el cerebro es directamente proporcional a la concentración del triptófano en el plasma y el cerebro. La ingesta dietética de alimentos ricos o suplementos de triptófano o 5HTP influyen directamente en la cantidad de serotonina en el plasma, el cerebro y en los niveles de todo el cuerpo

Alfabeto emocional

El doctor Juan Hitzig estudió durante años las características de 50 viejos saludables y concluyó que más allá de las características biológicas, el denominador común de todos ellos radicaba en sus conductas y actitudes.

“Cada pensamiento genera una emoción y cada emoción moviliza un circuito hormonal que tendrá impacto en las 5 trillones de células que forman un organismo –explica–.

Las conductas “S”: serenidad, silencio, sabiduría, sabor, sexo, sueño, sonrisa, promueven secreción de Serotonina,

mientras que las conductas “R”: resentimiento, rabia, rencor, reproche, resistencias, represión, facilitan la secreción de cortisol, una hormona coRRosiva para las células, que acelera el envejecimiento.

Las conductas “S” generan actitudes “A”: ánimo, amor, aprecio, amistad, acercamiento.

Las conductas “R” por el contrario generan actitudes “D”: depresión, desánimo, desesperación, desolación.

Con solo aprender este simple alfabeto emocional de 4 letras: S.A.R.D. desde edades tempranas lograremos que más gente viva más tiempo y mejor, porque la “mala sangre” (mucho cortisol y poca serotonina) deterioran la salud, posibilitan la enfermedad y aceleran el envejecimiento. El buen humor, en cambio, es clave para la longevidad saludable.”





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martes, 15 de febrero de 2011

¿Te gusta que te soben, que te rocen, que te hagan sudar ... ?


¿Te gusta que te soben,
que te rocen,
que te hagan sudar,

adoptar nuevas
posturas,

llegar al fondo,
subir, bajar,
entrar, salir?


¡Usa la buseta

... o el Metro de Caracas!

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viernes, 11 de febrero de 2011

Bienestar Interior Bruto: ¿El dinero da la felicidad?

Varios especialistas analizan qué hace más felices a unos y a otros y la relación de la alegría con el desarrollo económico de su país de origen.

"El que diga que el dinero no puede comprar la felicidad es porque no sabe dónde ir de compras". Éste es un texto que se puede leer en muchas pegatinas y camisetas. Pero, ¿cuál es exactamente la relación entre dinero y felicidad?

Por un lado, la relación resulta obvia. Nadie puede negar que tener suficiente dinero para cubrir las necesidades básicas -alimentos, abrigo y vivienda- te hace más feliz, o al menos te libera del estrés que conlleva vivir bajo serias restricciones.

Y cuanto más dinero tienes, más cosas que te proporcionan felicidad puedes comprar, ya sea el iPhone4, un coche nuevo o una bufanda de cachemir. Por otro lado, esos objetos materiales no suelen proporcionarnos la misma felicidad que, por ejemplo, pasar la mañana con tus hijos en la playa o mantener una buena conversación con un viejo amigo.

"La relación entre dinero y felicidad es complicada", dice Ed Diener, profesor emérito de Psicología en la Universidad de Illinois, que investiga sobre temas de cuantificación de la felicidad.

"A igualdad de condiciones, tener más dinero siempre va a ser bueno. Pero aunque el dinero te puede hacer más feliz, hay cosas que introducen complejidad en dicha correlación".

Efectivamente, tener más dinero nos hace más felices, pero la felicidad también depende de otras cosas, como vivir -o no- en un país económicamente avanzado, el modo en que gastas tu dinero, cómo comparas tu riqueza con la de los demás o qué importancia le concedes a tu tiempo.

En la década de los 70 se podían contar con los dedos de una mano los investigadores que estudiaban el tema de la felicidad humana, y existían muy pocos datos fiables que cuantificasen el bienestar individual o nacional. Por aquél entonces los estudios sugerían que por encima de determinado mínimo los ingresos sólo tenían un modesto efecto sobre la felicidad.

En cualquier sociedad la gente rica era más feliz que la gente pobre, pero los ciudadanos de países ricos no eran mucho más felices que los ciudadanos de países de riqueza media e incluso pobres. Este resultado, conocido como la Paradoja Easterlin en honor de Richard Easterlin, el economista que observó esta relación por primera vez, sugería que era el ingreso relativo –y no absoluto- el que estaba vinculado a la felicidad. En otras palabras, lo que importa es tener lo mismo que el vecino.

Las investigaciones sobre la felicidad han recorrido mucho camino desde entonces. Hoy en día se dispone de mejor información y muestras mucho más representativas para cuantificar tanto los niveles personales como nacionales de felicidad.

Asimismo, mucha más gente trabaja en este campo –desde economistas a sociólogos y psicólogos-, y ahora la mayoría están de acuerdo en el fuerte vínculo existente entre el nivel de desarrollo económico de un país y la felicidad de sus ciudadanos.

De hecho, los líderes políticos –incluyendo el primer ministro británico David Cameron y el presidente francés Nicolás Sarkozy-, han declarado que puede que la felicidad sea la clave para mejorar el modo en que se cuantifican los estándares de vida de un país.

En su opinión, en lugar de tener en cuenta únicamente el producto interior bruto -la cantidad de bienes y servicios producidos en el país-, también deberían considerarse otros factores como el grado de satisfacción que tienen los ciudadanos con sus vidas.

No obstante, resulta muy complicado precisar la conexión entre dinero y felicidad, aunque sea una definición muy sencilla e universal. Algunos críticos señalan que averiguar cómo determinar el éxito de un país a través de su bienestar resultaría igual de complicado.

País a país

Los profesores de Empresa y Políticas Públicas de Wharton Betsey Stevensony Justin Wolfers, y el estudiante de doctorado Daniel Sacks han desenterrado todos los estudios multinacionales sobre bienestar a los que han tenido acceso y los han cruzado con las estadísticas internacionales sobre desarrollo económico disponibles.

Los datos recopilados por este equipo cubren un total de 40 años, 155 países y cientos de miles de individuos. Los resultados muestran que "existe una relación robusta entre el bienestar y el desarrollo económico", explica Wolfers. Esta investigación está publicada en un artículo titulado "Subjective Well-Being, Income, Economic Development and Growth" (“Bienestar, renta, desarrollo económico y crecimiento subjetivos”).

El dinero está estrechamente asociado con el bienestar, un resultado que se sostiene cuando se compara la felicidad de dos individuos dentro del mismo país -donde uno es el 10% más rico que el otro-, o la felicidad media de dos países –donde la renta per cápita de uno supera en un 10% a la del otro-.

"La paradoja de Easterlin intuitivamente tiene sentido, pero parece ser que los resultados obtenidos en las investigaciones sobre felicidad del pasado no eran hechos, sino más bien cosas que deseábamos que fuesen ciertas", señala Wolfers. "Se trataba de una hipótesis tremendamente tranquilizadora; nos permitía dormir mejor por las noches sin preocuparnos por el sufrimiento humano en Burundi, ya que sugería que la gente en Burundi era simplemente tan feliz como nosotros".

Easterlin, que da clases en la Universidad de Southern California, no se ha retractado. El mes pasado publicaba un nuevo artículo en el que concluía que en 37 países del mundo, pobres y ricos, los niveles de bienestar no habían aumentado al mismo ritmo que sus niveles de renta en el largo plazo. Así, en Chile, China y Corea del Sur, la renta per cápita se había duplicado en veinte años pero los informes mostraban incluso ligeros retrocesos en los niveles de satisfacción de los ciudadanos con sus vidas.

Sin embargo, Wolfers sostiene que el crecimiento económico contribuye a financiar las inversiones en investigaciones científicas asociadas a vidas más saludables y longevas. Wolfers señala varios indicadores económicos que tienen una fuerte correlación con lo que la gente entiende por bienestar. La mortalidad infantil es uno de ellos.

En Estados Unidos la probabilidad de que un recién nacido fallezca antes de los cinco años ha disminuido considerablemente a lo largo de los últimos 50 años: hoy en día la probabilidad es 7,8 por cada mil nacidos, mientras que en 1960 dicha cifra era del 30 por mil.

En Burundi, uno de los países más pobres del mundo (y que está situado en las últimas posiciones en todos los ránking sobre felicidad en el mundo), la mortalidad infantil en la actualidad es 166,3 por mil, según datos del Banco Mundial.

En los últimos 30 años, la esperanza de vida en Estados Unidos ha aumentado prácticamente un año cada década. Hoy en día, si los patrones de mortalidad actuales se mantienen, se espera que un recién nacido estadounidense por término medio cumpla los 78,44 años (en 1970 dicha cifra era 70,81 según el Banco Mundial). En Burundi la esperanza de vida media es 50,43.

"Se han producido diversas transformaciones", dice Wolfers. "La mayor productividad de Estados Unidos significa que disponemos de opciones que nuestros amigos de Burundi no tienen. Y dichas elecciones están a nuestro alcance gracias a nuestro mayor nivel de compra".

En opinión de Wolfers, la renta relativa es importante, pero sólo en los extremos. "Parece que lo único que nos importa es tener lo mismo que el vecino. Pero si el vecino vive en un país rico y tú también, los dos estáis más felices de lo que estarías viviendo en un país pobre. Los niveles de desarrollo económico son muy diferentes de país a país. La pequeña satisfacción que sientes cuando superas al vecino realmente no tiene importancia en un país como Burundi, donde tu preocupación es que tu hijo se está muriendo".

No obstante, a la gente lo que le preocupa es su posición y estatus relativo. Según Sonja Lyubomirsky, profesora de Psicología en la Universidad de California, Riverside, que estudia el bienestar humano, en Estados Unidos las comparaciones y juicios relativos importan mucho. "Las investigaciones sugieren que sólo cuando te recortan el sueldo, o pierdes tu trabajo, te muestras considerablemente menos satisfecho con tu vida", explica. "Pero cuando todo el mundo empeora tus niveles de satisfacción siguen más o menos igual".

Un conocido estudio de hace una década revelaba que la gente prefiere vivir en un mundo en el que su salario anual fuese 50.000 dólares y el de los demás 25.000, que en un mundo en el que ganase 100.000 dólares y los demás 200.000. "Para algunos este resultado muestra el lado oscuro de la naturaleza humana, pero para mí revela una verdad demasiado humana: nos preocupan más las comparaciones sociales, estatus y posición que el valor absoluto en nuestra cuenta bancaria o nuestra reputación", señala Lyubomirsky.

Pero independientemente del dinero que tenga cada uno hay estrategias de consumo que maximizan nuestra felicidad individual. Por ejemplo, gastar dinero en los demás, bien sea un acto filantrópico o invitando a un amigo a comer, nos hace más felices que gastar dinero en nosotros mismos. Gastar dinero en cualquier cosa que fomente el crecimiento personal –clases de francés o de cocina-, o en actos sociales suele hacernos más felices que gastarlo en aventuras en solitario.

Gastar dinero en muchas pequeñas cosas en lugar de una única cosa grande también nos hace más feliz. "El motivo es que si gastas tu dinero en una sola cosa de gran valor te acostumbras, pero con muchas cosas de pequeño valor se producen más periodos de adaptación así que la felicidad dura más tiempo", dice Lyubmirsky.

Gastar dinero en experiencias –por ejemplo un viaje especial-, en lugar de posesiones también nos hace más feliz. "Las experiencias que sean sociales… probablemente se recuerden más y no son comparables", añade. “No sabes si tu vecino tuvo una luna de miel mejor que la tuya".

El enfoque filosófico

No obstante, cuando se pregunta a la gente una variación de la cuestión "¿Qué te hace feliz?", para la mayoría el dinero no ocupa una de las primeras posiciones. Según el profesor de Gestión de Wharton Stewart Friedman, en general, los encuestados suelen responder cosas como cultivar relaciones de calidad con amigos y familia, hacer una contribución positiva al mundo o "tener tiempo para ellos mismos, para recuperarse y rejuvenecer".

Friedman, cuyas investigaciones se centran en la intersección entre el comportamiento organizativo y la integración familiar y laboral, da clases sobre liderazgo a partir de su experiencia de dos años en Ford. En las clases guía a estudiantes a través de diversos ejercicios para que identifiquen cuáles son sus principales valores y sepan reconocer qué es lo que más les importa; luego les ayuda a averiguar cómo gestionar su trabajo, familia y compromisos con la comunidad para que sus vidas y valores estén en la misma línea.

"Los resultados que la gente espera tienen mucho que ver con su bienestar y felicidad", dice. "Quieren contribuir a que el mundo sea un lugar mejor, un lugar más seguro. Reconocen la importancia de las intenciones".

En opinión de Diener, científico senior en Gallup, después está el tema de cómo definen los individuos la felicidad. Este verano Gallup realizaba una encuesta a nivel mundial a más de 136.000 personas en 132 países que incluía preguntas sobre la felicidad y la renta. También había cuestiones sobre su renta y estándares de vida, sobre si sus necesidades básicas de comida y vivienda estaban cubiertas, qué tipo de bienes poseían y si sentían que sus necesidades psicológicas estaban satisfechas.

La encuesta incluía una evaluación global de sus vidas, ya que pedía a los entrevistados que evaluasen su vida de diez (la mejor posible) a cero (la peor posible). También preguntaba si se sentían respetados, si tenían familias y amigos con los que poder contar en caso de dificultad, y lo libres que se sentían a la hora de elegir sus actividades diarias.

Los resultados muestran que aunque la satisfacción normalmente aumenta con la renta, las sensaciones positivas que se experimentan en el día a día no siguen necesariamente la misma pauta. "Observando el nivel de satisfacción de nuestra vida –cuando miramos hacia atrás y la evaluamos-, la gente podría decir que en general está bastante bien. Estoy casado/a, tengo trabajo, tengo salud. Se puede ver una fuerte correlación en todas partes del mundo entre la renta individual y nacional y los niveles de felicidad", explica Diener.

"Por otro lado, cuando estudias la felicidad asociada a determinados momentos -¿disfrutas con tu trabajo? ¿Estás aprendiendo cosas nuevas? ¿Estás pasando tiempo con tus amigos?- entonces apenas existe correlación con el dinero. Esta felicidad está fuertemente asociada con otros factores, como sentirse respetado, tener autonomía y apoyo social o tener un empleo que te llene".

Según Diener, uno de los obstáculos a la felicidad es el "problema de aspirar siempre a algo más", también conocido simplemente como materialismo.

"Las aspiraciones crecen tan rápidamente que la gente se siente decepcionada con la cantidad de dinero que gana porque siempre quiere más", señala.

"Todos los días vemos en la televisión películas y programas sobre gente que gana un montón de dinero y compra yates de 20 millones de dólares. Es algo que ocurre en todas las partes del mundo; nuestro informe nos dice que en los países en desarrollo hay más gente que tiene televisores que agua potable en sus casas. Los medios de comunicación han aumentado rápidamente las aspiraciones de la gente".

Después también está el tema de cómo has conseguido el dinero, cómo lo gastas y cómo empleas tu tiempo, señala Diener. "Si tienes dinero porque eres el abogado de una gran empresa, trabajando 80 horas a la semana, entonces posiblemente estés cansado. Trabajas muchas horas y en tu vida no tienes mucho tiempo para otra cosa que no sea el trabajo. Posiblemente te gastes tu dinero en una niñera, una asistenta y todas esas cosas que necesitas para permanecer a flote, no realmente en cosas que te hacen feliz".

El tiempo, siempre presente

Cassie Mogilner, profesora de Marketing de Wharton, estudia precisamente este tema. Sus investigaciones se centran en la relación entre el tiempo y la felicidad, y estudia cómo la decisión de una persona de pensar en términos de tiempo –en lugar de dinero- puede influirle de forma que dedicará más tiempo a cosas que le hagan feliz.

En una serie de experimentos, Mogilner analizaba qué ocurría cuando los participantes pensaban sobre el tiempo, incluso fugaz o subconscientemente, y si ello tenía algún efecto sobre su comportamiento y felicidad. El primer experimento se llevó a cabo online.

Se facilitaron a los participantes diversas palabras relacionadas bien con el tiempo, con el dinero o neutras, y se les pidió que creasen todas las frases que pudiesen con esas palabras en tres minutos. (Por ejemplo, en el primer grupo los participantes tenían que construir frases con términos como “reloj”, “días”, “horas”, mientras que en el segundo se enfrentaban a palabras como “salud”, “precio” o “efectivo”).

Después, se pedía a los participantes que completasen una encuesta sobre cómo tenían pensado pasar las próximas 24 horas, donde también debían evaluar cuánta felicidad les proporcionaban las actividades señaladas.

Aquellos que habían estado en contacto con las palabras vinculadas al tiempo declaraban que pasarían más tiempo socializando con la familia y amigos o bien teniendo relaciones íntimas, actividades que además les proporcionaban más felicidad.

Pero aquellos que habían estado en contacto con palabras vinculadas al dinero manifestaban que iban a pasar más tiempo trabajando o viajando para ir al trabajo, actividades asociadas con niveles muy bajos de felicidad.

Un segundo experimento se llevó a cabo en una cafetería muy popular entre los estudiantes universitarios. Cuando los estudiantes entraban se les pedía de nuevo construir frases con palabras relacionadas con el tiempo, palabras relacionadas con el dinero o palabras neutras.

Después se les dejaba entrar. Desconocían que en la cafetería había un investigador observando su comportamiento, mirando si estaban hablando por el móvil, enviando un SMS o hablando con otras personas o bien trabajando con sus ordenadores o leyendo algo relacionado con sus estudios.

Al igual que en el primer experimento, aquellos que habían estado en contacto con palabras relacionadas con el tiempo eran más proclives a estar socializando, mientras que la probabilidad de estar trabajando era mayor para aquellos que habían construido frases con palabras relacionadas con el dinero.

Cuando los estudiantes abandonaban la cafetería se les preguntaba que cuantificasen su nivel de felicidad en ese momento; aquellos que habían estado socializando eran más felices que aquellos que habían estado trabajando. Los resultados de estas investigaciones aparecen en el artículo "The Pursuit of Happiness: Time, Money, and Social Connection" ("Persiguiendo la felicidad: Tiempo, dinero y conexiones sociales"), publicado en la revista Psychological Science.

La conclusión obvia es que todos necesitamos pasar más tiempo socializando con nuestros amigos y seres queridos para ser más felices, ¿no? No necesariamente, dice Mogilner. "Yo no digo que la gente deba dejar de trabajar. Para mucha gente el trabajo es una fuente muy importante de satisfacción personal", explica. "Pero mis investigaciones indican que, además de nuestras carreras profesionales, también debemos cuidar la familia y las relaciones sociales. En el margen, cuando estamos pensando en trabajar una hora más en la oficina o bien irnos a casa y pasar algo más de tiempo con nuestra familia o amigos, si optas por lo último tendrás más felicidad".

Autor: UniversiaKnowledge@Wharton

MBA

martes, 8 de febrero de 2011

Natalia Sánchez: «Si no hay pobreza, ¿cuáles son esos miserables que roban pan y para qué lo roban si lo pueden comprar?».


Opina la socióloga Natalia Sánchez:

Lo primero que hay que decir es que gobierno que piense que debe haber una ley para pobres y una para ricos, es un gobierno profundamente inequitativo, injusto y a favor sólo del poder. Lo segundo que hay que decir es que pensar así lleva a decir cosas asombrosas como las que hemos escuchado en el Ejecutivo nacional y en el Legislativo nacional, pues algunos diputados del partido de Gobierno dicen que es lo mismo la estafa inmobiliaria que los homicidios que día a día nos dejan sin decenas de venezolanos.

Un día de estos pasados, se nos dijo, desde una cadena presidencial que había que robar por hambre, era casi "romántico", era a lo "miserables" de Víctor Hugo. Casi una heroicidad, pues. A mí me pareció de las peores cosas que Gobierno alguno puede decir a un pueblo, porque significa muchas cosas y muy negativas para la construcción de una sociedad "buena" para todos.

En primer lugar, significa que los delitos son "sociales", ocurren en la gente y el Gobierno no puede hacer nada con eso. El Gobierno está indefenso y no es responsable de esa "mala hierba social que tenemos los venezolanos".

En segundo lugar, significa que una vez reconocida nuestra "lepra social" en forma discrecional se califica entre delitos buenos y malos; los delitos que cometen los pobres (a quienes necesitamos capacitar para ganar elecciones) son "pasables", mientras que los delitos que cometen quienes no son pobres deben ser castigados.

Las simples reglas que han diferenciado sociedades modernas de las que no lo son, casi la génesis de la ciencia social parte de la idea de que las reglas son universales para que puedan servir para algo; bajo esta premisa delito es delito sea quien sea que lo cometa.

Por otro lado, lo cual es todavía peor, se tiene desde el Gobierno venezolano un doble discurso en relación a la pobreza; por una cara se dice que ya no hay pobres, y por otro lado se recurre a la pobreza como causa noble para cometer delitos.

¿Y entonces en qué quedamos?¿hay pobres o no hay pobres en Venezuela? Si no hay pobreza, cuáles son esos miserables que roban pan y para qué lo roban si lo pueden comprar?

¡Qué perdidos están en el Ejecutivo nacional en relación al tema de la violencia! La violencia en Venezuela, no tiene que ver con la pobreza, tiene más que ver con la falta de instituciones y la impunidad campante que nos arropa.
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domingo, 6 de febrero de 2011

Mensajes de texto que se autodestruyen


La aplicación de mensajes cortos para móviles TigerText, que elimina cualquier rastro de un SMS después de leído, se ha convertido en la herramienta de moda para las personas celosas de su intimidad, informó hoy The Wall Street Journal.

Evocando a series de televisión clásicas de espionaje como "Mission: Impossible", donde las informaciones confidenciales se autodestruían para impedir que cayeran en malas manos, TigerText desarrolló un software que pretende garantizar las comunicaciones secretas entre sus usuarios.

El servicio, disponible gratuitamente para descarga en teléfonos inteligentes o "smartphones", ha sido descargado ya por más de medio millón de personas, muchas de ellas famosos que quieren evitar a toda costa filtraciones de sus conversaciones de texto.

TigerText requiere que tanto el receptor como el emisor del mensaje tengan la aplicación instalada en su dispositivo móvil y vincula cada mensaje emitido a una fecha de caducidad que puede ir desde un minuto después de que sea leído hasta 30 días.

La empresa fabricante de esta tecnología asegura que los mensajes son eliminados totalmente, no solo de los teléfonos, también de las bases de datos de la compañía, por lo que son irrecuperables.

Hasta el momento TigerText ha logrado financiación privada por más de 2,2 millones de dólares para seguir desarrollando la aplicación, que sí se cobra para el uso empresarial y en la que trabajan para ampliar el servicio de textos a vídeos y otros documentos.EFE

sábado, 5 de febrero de 2011

El Mejor lugar del mundo – Jueves 13 – por Moviecity

Una pareja que espera su primer hijo viaja alrededor de los Estados Unidos buscando un lugar perfecto para comenzar su familia. En el camino tienen desventuras y encuentran conexión con varios parientes y viejos amigos quienes podrían ayudarlos a encontrar el “hogar” por primera vez.

Del realizador de Belleza Americana, SAam Mendes.

Protagonistas: John Krasinski , Maya Rudolph

Genero: Drama

Origen: EE:UU – Reino Unido – 2009

Emision: Moviecity este
Jue 13 de Enero – 21:00 Hs
Dom 16 – 02:55 Hs
Mie 19 – 09:35 Hs
Vi 21 – 04:00 Hs
Ma 25 – 02:35 Hs
Mi 26 – 12:05 Hs

Moviecity Oeste

Vie 14 de Enero – 01:00 Hs
Dom 16 – 06:55 Hs
Mie 19 – 13:35 Hs
Vi 21 – 08:00 Hs
Ma 25 – 06:35 Hs
Mi 26 – 16:05 Hs

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